Lo importante es dar apoyo físico, práctico y emocional a la persona con cáncer y tendrás diversas responsabilidades diarias o según lo que se necesite. A continuación, se indican algunas de las tareas que puedes realizar:

Existen muchas maneras de ser cuidador. Para algunos, puede significar cuidar al paciente las 24 horas. Para otros, puede significar buscar información médica, o hacer arreglos para obtener ayuda. Cada situación es única. Y lo que funciona para un paciente, puede no funcionar para otro. A medida que el tratamiento y la enfermedad vayan cambiando, lo mismo ocurrirá con la función del cuidador.

Cada caso es específico y tu rol se irá moldeando dependiendo de las particularidades de su ser querido y su enfermedad.

Al principio, cuidar de un paciente con cáncer puede parecer un desafío complejo y demasiado grande como para sobrellevarlo. Dependiendo de las necesidades de la persona, puedes proporcionar distintos tipos de apoyo que pueden ir de lo psicológico y emocional, hasta las cuestiones financieras. Por lo tanto, es importante recordar que ser un cuidador es un trabajo en equipo que no sólo te incluye a ti, sino también a profesionales médicos, familiares, amigos y voluntarios. Si tú eres el cuidador principal y estás listo para serlo, la siguiente lista de consejos te puede ser de utilidad:

• Recuerda que el cuidado del paciente siempre es un esfuerzo de equipo. Busca apoyo.
• Crea una lista de tareas que te permita organizar su agenda.
• Sé proactivo y planifica para estar preparados ante situaciones de emergencia.
• Asegúrate de que tanto tú como los demás cuidadores tengan tiempo libre sin sentirse culpables. El mejor cuidador es el que cuida de sí mismo.
• Aprende a resolver problemas. No temas buscar ayuda y asesoramiento de otras personas.
• Trata de ser siempre positivo. Una actitud positiva puede hacer la diferencia ante las adversidades y retos de cuidar de un ser querido con cáncer.
• Conócete. Reconoce tus propias virtudes y limitaciones como cuidador.
• No dudes en pedir ayuda o en recurrir a voluntarios, o servicios profesionales de apoyo.
• Acepta las limitaciones de una persona que está gravemente enferma.
• Incluye a la persona con cáncer en actividades que le den significado o placer.
• Participa en la atención médica y física de tu ser querido.
• Obtén información sobre la enfermedad de tu ser querido. Conoce su diagnóstico, tratamiento y pronóstico.
• Aprende a proporcionar la atención física adecuada en caso de que ésta se requiera. Algunos pacientes necesitarán ayuda para ir al baño, tomar una ducha, vestirse y alimentarse.
• Ten en cuenta que las labores de cuidado pueden cambiar a medida que cambia la salud de la persona.